La frecuencia del baño depende de cada perro, de sus costumbres y sus actividades diarias, pero lo aconsejable es bañarlo cuando realmente lo necesite, ya que hacerlo en exceso puede provocar que la piel pierda sus propiedades protectoras naturales causando sequedad e irritación.
A continuación, te contamos tres consejos básicos pero muy importantes a la hora de bañar a tu perro:
- Seleccionar un buen champú que esté especialmente formulado para la piel del perro, porque no tienen el mismo pH que los humanos. El champú, a no ser que sea antiparasitario, es conveniente diluirlo para que se reparta mejor en el pelo.
- El enjuague es importantísimo. No hay que dejar ningún resto de jabón en la piel del animal porque eso le puede producir irritación, picor y diversos problemas en la dermis.
Después del enjuague, es aconsejable aplicar un acondicionador para que el pelo esté bien hidratado y para facilitar el cepillado. Así va a estar más sedoso y no se formarán tantos nudos en los perros de pelo largo.
- Para secarlo, primero hay que pasar una toalla y quitar la mayor parte de la humedad. No es recomendable frotar el pelaje, lo mejor es estrujarlo poco a poco. Es muy importante que la raíz se seque por completo, por eso hay que realizar el secado concienzudamente, empezando por las raíces hasta llegar a las puntas. Para eliminar la humedad por completo se utiliza el secador mientras se cepilla el pelo cuidadosamente.
Si querés darle un plus de cuidado y suavidad a la piel y el pelo de tu perro, te recomendamos darle Juvenia Dogs todos los días, que además de mejorar las barreras que lo cuidan de los agentes externos, le da vitalidad y energía ayudando a mejorar todo su funcionamiento orgánico.